«Durante esta hora, realizaréis un trabajo cooperativo de Visual Thinking con cuatro roles diferenciados: una persona tendrá las manos atadas, otra los ojos tapados, otro la boca sellada y la cuarta persona tendrá la música a todo volumen». Durante una semana, los alumnos del colegio se ponen en la piel de las personas con discapacidad a través de diferentes actividades realizadas en clase programadas dentro de la Semana de la Diversidad organizadas desde el departamento de Orientación.
Divididos en grupos de cuatro, los alumnos de 1ºESO tienen que afrontar las dificultades y retos presentados por la profesora de biología poniéndose en la piel de una persona sorda, una muda, ciega y con movilidad reducida. «Aquel grupo que consiga terminar el trabajo en esta sesión tendrá un punto más». Aquel alumno que no oye instintivamente grita a los compañeros, aquel que no ve escribe lo que dicta el compañero con movilidad reducida, aquel que no habla escribe sobre el folio en blanco. Distintos papeles que se intercambian al finalizar la clase.
En clase de matemáticas deben resolver un problema bien con los ojos vendados, bien con la música alta. «Hemos sentido miedo y frustración al no entender la lección». Se han puesto en la piel de una persona con déficit de atención. Una dificultad que padecen entre el 2 y un 5% de la población infantil, según datos de La Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (Feaadah).
Tras 45 minutos poniéndose en la piel de la discapacidad, los alumnos de biología finalizan la sesión. Ninguno de los grupos ha sido capaz de terminar el proyecto a tiempo. «Nos quitamos aquello que nos está dificultando la tarea. ¿Cómo os habéis sentido?», pregunta la profesora de Biología, Carmen Jiménez. Prácticamente todas las manos se alzan para hablar y compartir sensaciones y sentimientos. «Al no escuchar sentía que no me escuchaban y tenía que hablar alto. No me he sentido ayudada», comenta Alba, quien ha estado con los cascos puestos.
«Al no ver nada me he sentido muy incómodo, la clase parecía más grande. Al estar escribiendo movía el lápiz sin saber lo que hacía». «¡Qué difícil es comunicarte cuando no puedes hablar!».
Sentimientos compartidos al experimentar la discapacidad. Actividades que tienen por objetivo concienciar a los alumnos sobre los sentimientos que sufren las personas con dificultades, algo que padecen más de mil millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Teníais un sentimiento de aislamiento social porque no podíais participar, ¿verdad? Este el el motivo por el que debemos ayudar, ser empáticos y tratar de incluir a todas las personas que tenemos a nuestro alrededor».
Una semana de actividades en las que los alumnos sacan la misma conclusión al ponerse en la piel de una persona con discapacidad. «Tenemos que ayudar a todas las personas que tienen más problemas que nosotros».
