Sentados en círculo, para que todos los alumnos puedan ver y ser partícipes del aprendizaje, los alumnos esperan impacientes el comienzo de la actividad.
Se llaman policubos y son de colores diferentes. La maestra propone formar números con los pequeños policubos. Cada uno de ellos representa una unidad y, jugando a combinarlos, podemos representar diferentes números. Además, podemos crear pequeñas torres que presenten el número 10, por ejemplo, o hacer una serie de torres para seguir aprendiendo números.
Los policubos se encajan unos con otros para coger forma de construcciones. Es decir, podemos manipular los números. que nosotros mismos construimos, encajando las distintas piezas entre sí.
Empleando el método Singapur las matemáticas se sienten, se pueden tocar. Y los números se convierten en formas visuales: escapando del papel o de la pantalla, se mantienen al alcance de nuestras manos.
