En este décimo curso escolar, se han colado en las clases de Educación Infantil cuentos que buscan la reflexión de los alumnos más pequeños del colegio para que identifiquen sus sentimientos y emociones. Subiendo a Educación Primaria, ESO y Bachillerato, unos buzones abren paso en los pasillos: son los buzones del proyecto convive, responsables de recoger todas aquellas inquietudes que los alumnos de las diferentes etapas educativas no se atreven a contar a viva voz en clase.
En nuestro aniversario, estrenamos el Proyecto Convive, un proyecto impulsado desde el departamento de Orientación que tiene por objetivo mejorar el clima de convivencia y la cultura de respeto en el colegio a través de un sistema de ayuda entre alumnos, en el que ellos son los protagonistas de la intervención educativa.
Si hay algo que define al proyecto convive, es hacer protagonistas a los alumnos de todas las etapas educativas en la resolución de conflictos. Para ello, el proyecto convive cuenta con la colaboración de los Alumnos Ayudantes desde 5º Ed.Primaria hasta 2ºESO, aquellos alumnos seleccionados por los compañeros de clase que colaboran en la prevención y la resolución de los pequeños incidentes del día a día.
«La ayuda entre iguales proporciona a los alumnos oportunidades para afrontar conflictos o dificultades personales desde una nueva perspectiva basada en la prevención,además de promover el intercambio de actitudes y comportamientos entre personas en situación de igualdad», explica Noelia Martínez, profesora de Educación Primaria y coordinadora del proyecto.
Un proyecto en el que se promueve el clima de confianza, respeto y convivencia a través de la promoción de la Educación Emocional, que comienza a trabajarse en la etapa de Educación Infantil, junto a la Educación en Valores y el rincón boca-oreja.
«En Educación infantil los conflictos suelen estar ocasionados por la competición entre los niños, la invasión de espacios, la discusión por la posesión de objetos, la discriminación, el incumplimiento de normas y porque haya diferentes tipos de agresión», explica Ariadna Soler, profesora de inglés en Ed.Infantil y coordinadora del proyecto.
Así, los alumnos más pequeños del centro aprenderán a identificar, expresar y aceptar sus emociones a través de la Educación Emocional, comprender la importancia de la educación en valores dentro de una sociedad adquiriendo hábitos de conducta y potenciando el respeto, la tolerancia y la sociabilidad. «El rincón boca-oreja es un lugar donde los alumnos pueden tranquilizarse, se escuchan unos a otros e interiorizan el diálogo como primer opción ante el conflicto, aprendiendo a solucionar conflictos por sí mismos».
Unas emociones que continúan trabajándose en las etapas educativas de Educación Primaria y ESO junto al encargado del juego. «Su función será la de colaborar, junto con el/la tutor/a, en crear un buen clima entre compañeros en los momentos de patio o juego en el aula, incluso darle la oportunidad de colaborar en los pequeños conflictos que puedan surgir». Un proyecto promovido desde el Departamento de Orientación, quienes acompañan tanto a profesores como alumnos en formación, mediación y resolución de conflictos.
Encargado del juego, de sonrisas, alumnos ayudantes, buzones de convivencia…todos ellos nuevos acompañantes en el aprendizaje de los alumnos en este décimo curso escolar en un paso de la lucha contra el acoso escolar hacia la prevención y resolución de conflictos y de la que forma parte toda la comunidad educativa.
